El Citroën 2CV, uno de los más emblemáticos de la marca francesa, por no decir el que más, ha sido sometido por Hermés ha una a sofisticada y delicada operación de cirugía. Sobre la base de la versión 2CV 6, del año 1989, Citroën ha mostrado en el Salón de París una lujosa e irrepetible versión especial tanto en el interior como el exterior.
La carrocería va pintada en un color marrón. En el interior, el volante, los paneles internos de las puertas y el pomo de la palanca de cambio están recubiertos de piel natural en color crema. Los asientos van forrados en tela y cuero en dos colores (blanco y crema). En suma, un trabajo en el que las modificaciones cuestan más., mucho más, que el propio 2CV.