Julio Alejandro Saldívar

Ferrari ha mostrado de manera oficial el nuevo 812 GTS, la versión a “cielo abierto” del impresionante 812 Superfast, que se ofrecerá como una serie regular y no limitada.

Los rumores acerca de que la casa de Maranello estaba desarrollando una versión “Topless” del 812 fueron confirmados luego de que se filtraran unas imágenes del auto siendo presentado en un evento privado y muy exclusivo.

Como era de suponerse, el GTS comparte muchos componentes con el Superfast, lo que significa que lleva el motor V12 de aspiración normal y 6.5 litros, que es capaz de desarrollar una potencia de 789 caballos de fuerza, además de generar una fuerza de torsión que logra las 529 libras / pie.

Lo anterior nos deja en claro que estamos frente al convertible de producción más potente del mundo.

Las cifras de desempeño son muy cercanas entre los dos modelos: 0-62 millas por hora (100 km/h) en menos de 3 segundos. 0-124 millas por hora (200 km/h) en 8.3 segundos y una velocidad máxima que supera las 211 millas por hora (340 km/h).

Este es el primer modelo de Ferrari de producción, con techo abierto y con motor V12 montado en la parte delantera, en el último medio siglo. El más reciente antes de este 812 fue el 365 GTS4 de 1969, comúnmente conocido como Daytona Spider.

Desde entonces, a los clientes de Ferrari solo se les ofrecieron modelos especiales de serie limitada como el 550 Barchetta en 2000, el Superamerica en 2005, el SA Aperta en 2010 y el F60 America en 2014, y de este último solo se produjeron 10 unidades.

Como cada uno de los convertibles modernos de Ferrari, este 812 GTS equipa un toldo retráctil que se puede abrir o cerrar en apenas 14 segundos, aún con el auto en marcha a una velocidad de hasta 28 millas por hora.

La nueva versión Spider del 812 presenta una parte trasera rediseñada. El difusor trasero también se ha remodelado y tiene una aleta adicional para compensar la ausencia del by-pass aerodinámico del Superfast, por encima de los guardabarros traseros.

Ferrari también ha agregado dos pequeñas aletas en forma de L en las esquinas superiores del parabrisas, que ayudan a controlar las turbulencias y el ruido aerodinámico, lo que, según la compañía, permite a los ocupantes conversar sin problemas incluso a altas velocidades.